La parroquia del Sagrado Corazón
ha acogido, este 5 de marzo, la celebración del Miércoles de Ceniza, en una
tarde con tiempo invernal. Con este signo, el de la imposición de la ceniza,
arranca un tiempo de preparación espiritual hacia la Pascua. Un camino de
cuarenta días, que concluirá el Jueves Santo, y que pretende rememorar el paso
de Jesús por el desierto antes del inicio de su vida pública, a la vez que
ofrecer la posibilidad real de conversión y preparación de los cristianos para
vivir el misterio central de la fe: la Pasión, Muerte y Resurrección de
Jesucristo.
Entre el numeroso público asisten a la celebración, se encontraban los representantes de las cofradías que tienen su sede en la parroquia. Durante esta jornada, primero los niños de la catequesis y en la Eucaristía, los numerosos fieles asistentes, recibieron una cruz de ceniza en la frente como símbolo de penitencia y reflexión sobre la fragilidad de la vida.
Así, esta celebración se entiende
como una invitación a la conversión y el ayuno, siguiendo el ejemplo de Jesús
en el desierto. Por otro lado, en este 2025, la celebración está marcada por un
tono de preocupación debido al delicado estado de salud del Papa Francisco, a
sus 88 años.
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