La conferencia de D.
Aurelio Ferrándiz abre el camino hacia la consagración de la Diócesis de
Orihuela-Alicante al Sagrado Corazón de Jesús
En la tarde del viernes
23 de mayo, el salón principal de la Sociedad Cultural Casino de Torrevieja
acogió una conferencia dedicada a la encíclica apostólica Dilexit Nos,
publicada el 24 de octubre de 2024 por el Papa Francisco, de carácter
profundamente espiritual y considerado ya como uno de los textos más
significativos de su legado magisterial.
La charla fue impartida
por D. Aurelio Ferrándiz, párroco del Sagrado Corazón y Vicario Episcopal de la Zona I, quien presentó Dilexit Nos como una encíclica
de carácter casi testamentario, subrayando su valor teológico y pastoral. La
encíclica, dividida en cinco capítulos, propone el amor como eje central de la
existencia humana y como clave para entender nuestra identidad y misión en el
mundo. En palabras del ponente, “es la pieza que da estabilidad al arco del
magisterio de Francisco”, una “clave de bóveda” que articula su visión social
con el encuentro personal con Cristo.
El acto contó con la
presencia de los concejales Federico Alarcón y Rosa Cañón, así como de Mª
Asunción Valenzuela, en representación de la Sociedad Cultural Casino de
Torrevieja. Numeroso público se dio cita en este encuentro que forma parte del
itinerario de preparación para la consagración de la Diócesis de
Orihuela-Alicante al Sagrado Corazón de Jesús, prevista para el mes de junio.
Durante la conferencia,
D. Aurelio Ferrándiz profundizó en la centralidad del Sagrado Corazón de Jesús
en la teología del Papa Francisco, destacando su relevancia para la vida
familiar, la experiencia personal y la presencia cristiana en la sociedad actual.
Según Ferrándiz, Dilexit Nos no es un documento más, sino una invitación
a redescubrir una espiritualidad profundamente encarnada, centrada en el amor
que transforma y construye comunidades auténticas.
Con este acto, la
Diócesis de Orihuela-Alicante se une a una profunda corriente de renovación
espiritual centrada en el Corazón de Cristo, siguiendo el impulso dejado por el
Papa Francisco en su última encíclica.
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